En un globo oscuro,
pero seguro,
vive Matías,
feliz sus días.
En un globo con agua,
el pequeño ahí se fragua.
Trabaja y trabaja,
a todo le saca ventaja.
En un globo frágil,
crece ligero y ágil,
El inquieto retoño,
llegará en otoño.
En un globo independiente,
recibe de su madre el nutriente.
Dentro de su casa,
nada sin filtro se deja o pasa.
Al principio era tan pequeño,
el chiquito risueño.
Su cuerpo formó,
de su hazaña noticia llegó.
Ahora todo es revolución,
sus padres lo esperan con emoción.
Va creciendo lentamente,
rodeado del amor de su gente.
Durante nueve meses,
te desarrollas y creces.
Son cuarenta semanas,
nuestro amor allanas.
Cabeza, hombros, rodillas y pies,
pones nuestro mundo al revés.
Juegas, pateas, revoloteas,
también el vientre de mamá pateas.
Pronto llegarás,
a tu nueva casa te mudarás.
Y, el cuidado de tu familia,
protección y vigilia recibirás.
En un globo gigante,
Matías ahora es un andante.
Se hace persona,
con lo que le apasiona.
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